lunes, 5 de julio de 2010

Adios, Clemente


Te fuiste sin despedirte y nada me hubiera gustado más que precisamente eso, poder despedirme de ti. Sentir por última vez esas manonas que resumían lo que eras, una persona fuerte, sólida, grande, sincera, cálida, cariñosa y, sobre todo, buena.

Está claro que no todo el mundo es igual, hay gente especial como tu o como lo fue mi abuela Concha, gente que consiguió lo imposible, que todo el que la conociera, la quisiera.

No te tenías que haber ido tan pronto.

No sabes cuánto echaré de menos esas largas conversaciones, las historias sobre gente que nunca conocía, tus chistes malos y la fruta más grande y buena que sólo tu sabías elegir.

Echaremos de menos el saber que estabas ahí cuidando de nosotros, el poder contar contigo. Tú cariño.

No te tenías que haber ido tan pronto.

Puedes estar tranquilo que cuidaré de tú adorada nieta como lo hubieras hecho tú.

Te queremos Ayayay.

Adios.

3 comentarios:

  1. Es cierto, hay personas que tienen un don especial, un algo que unos llaman angel, otros chispa, algo que que no sabemos definir con palabras, pero que nos resulta muy fácil sentir. Desde luego Clemente deja un hueco muy grande, literal y metafóricamente, y los que tuvimos la suerte de conocerlo lo recordaremos siempre, era una persona que deja huella. Un
    beso muy fuerte Clemente

    ResponderEliminar
  2. Que gran referencia y que importantes son nuestros abuelos en la vida de todos. Y aun mas si se trata de personas como él.
    Parece que dejan un inmenso vacío cuando se van pero en realidad no se han ido, quedaran para siempre junto a nosotros en nuestro recuerdo.
    Sé que le queriais mucho. Os mando mucho ánimo y que la huella que ha dejado en vosotros no desaparezca nunca.
    Un abrazo

    ResponderEliminar