¡¡Toma ya!!

Soy un pesado porque no paro de repetir a la gente que me rodea que pensé que nunca en mi vida iba a ver a España campeona de un mundial, pero es que, es verdad.

Como todos los de mi generación (y peor aún las anteriores), crecimos viendo a España pringar una y otra vez, siempre con el sabor de que aquello no nos lo merecíamos pero tampoco sin hacer méritos para otra cosa. Nos tocó llorar con el penalty fallado de Eloy en México, la cantada de Arkonada en la Eurocopa y con las narices rotas de Luis Enrique... por nombrar lo que primero se me viene a la cabeza.

Creo que todo empezó a cambiar con Indurain, nos acostumbramos a ganar, luego los y las tenistas, alguna medalla en atletismo, las copas de Europa de Madrid y BarÇa, las motos... y esto empezó a coger fuerza: la eurocopa, la fórmula 1,el basket y, por fin ¡EL MUNDIAL!, joer, si hasta Carlos Sainz ganó el Dakar...

Los chavales de ahora van a pensar que esto es lo normal, que siempre fue así, qué suerte tienen los cabrones.

Mucha emoción ayer, mereció la pena.

Y el pulpo Paul, un crack.

Buena y productiva semana.