domingo, 12 de septiembre de 2010

Salinas, de nuevo.


(Pinchad sobre la foto para verla mayor)

En todo el verano no entré ni una sola vez en Salinas. Por diferentes motivos, entre ellos porque le supuse unos grandes petazos (aunque no lo confirmé, supongo que sí) y, la verdad, que he echado en falta sus olas.

Ya, ya sé que no es una ola world class ni de lejos, pero, para lo que se puede considerar accesible para mí, lo es. Reúne varios factores que hacen que me guste: olas largas, que dan opciones cuando las vas surfeando, bastante cerca de mi casa y, si madrugas, poca gente en el agua y bastante respeto (salvo algún tablonero abusón de vez en cuando).

Esto fue lo que me encontré el sábado, punto por punto añadiéndole una temperatura más que buena al agua.

(Pinchad sobre la foto para verla mayor)


El baño fue de los peleados, tenía una agenda diabólica y no quedaba más opción que el madrugón y el que sea lo que dios quiera cuando quedé el día anterior con el Rano... pero mereció la pena.

Me imagino que lo pagaré porque esto es el combustible del motor que me impulsa (a madrugar, a ir apurado para el agua, a ir aunque esté granizando, etc) para otros días con menor probabilidad de éxito y en los que me encontraré con baños ponzoñeros, pero, esta es la zanahoria detrás de la que todos corremos en el surf y que así sea durante muchos años, porque es la chispa.

4 comentarios:

  1. Buen post, me ha gustado lo de la zanahoria. Vete mirando qué tal para el sábado temprano, es mi cumple y molaría un bañín.

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  2. Vamos a ver si hay suerte para el sábado, esperemos que sí, no vaya ser que eres tú el gafe...

    Ya hablamos a lo largo de la semana.

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  3. Fue un apostar y ganar!!!
    Que más se puede pedir??
    A veces a la zanahoria se le logra hincar el diente...
    Seguiremos corriendo tras ella.

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  4. Todos los baños cuentan, aunque no sean miticos el caso ye pasalo bien,un saludo.

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